Gracias a todos por la ayuda, ánimos y empuje, por aguantarme y no desesperar. Pero quisiera recordar aquí y ahora a esas personas que sin ellas nada de esto hubiera sido posible: a Victor Santos, a Pino, Alejandro y Javier, a Sergio Hernández, Eduardo Lamolda, Antonio Becerra y Sebastian Robles, a Mingo Cabrera, a Patricio Ducha y Eduardo González, y a Jorge Ivan, mi editor y Vicente García, el jefe, por no odiarme del todo.
Pues eso, muchas gracias, felices fiestas y un espléndido próximo año.
