miércoles, 3 de noviembre de 2010

Eduardo González es un dibujante talentoso.

No es que yo esté ahora descubriendo nada nuevo, pero como reza el dicho: blanco y en botella...
Hace ya mucho tiempo de esto; yo todavía vivía en Valencia. En uno de mis saltos a Barcelona, cuando todavía el Saló se hacía en la Estación de Francia, lo conocí a él y a otros autores de las islas, y en un principio por hacer piña más que por otra cosa, nos juntamos y entre birra y birra opinábamos de nuestro trabajo. Ya en aquellos momentos, enchufados a la ilusión y a la esperanza, sobresalía el estilo novedoso y personal de Eduardo.
Ha llovido mucho desde entonces, cada uno ha seguido su camino y yo fui el que más se apartó de todos ellos (vivo en la otra isla). En verdad, el camino de ellos se fusionó en forma de empresa de diseño e ilustración, Cocain para más señas.
Durante parte de ese recorrido, me consta que Eduardo lo paso mal. Es curioso cómo la mediocridad intenta disfrazarse de genialidad anulando a su único adversario: el verdadero talento. Y como ya he dicho, Eduardo lo tenía, lo tiene. Eduardo, en ese via crucis patético al que fue sometido siguió trabajando a horcajadas, sacando fuerzas de no sé donde.
Aquello pasó como casi todo... y como todos en estos momentos, pelea para llevarse algo de trabajo y seguir adelante. La cuestión es que Eduardo como creador de tiras de prensa está creciendo enormemente, madurando profesionalmente y su línea tiene una pegada fantástica. No se parece a nada de lo que hay actualmente en el panorama nacional y no le debe nada a nadie. Desde mi subjetivo punto de vista; por supuesto, está por encima, muy por encima, de cualquier dibujante de prensa del archipiélago, todos malas copias de Ibáñez, Quino y El Roto.
A los propietarios y directores de periódicos les debería dar vergüenza. Creo que es una prueba clara de estupidez dejar que un talento como el suyo no tenga un espacio claro y con una remuneración a su altura.
Al final pasará como siempre, algún listo de fuera, lo pillará, le pagará lo que le corresponde y lo colocará donde debe estar... y yo me alegraré por ello.
Suerte amigo.

8 comentarios:

  1. Joderrrr amigo, muchas gracias por tus palabras. Como siempre muy generoso, pero aun me queda un rato para llegar a tu nivel.
    De aquellos días catalanes eres una de las pocas personas con las que sigo manteniendo contacto y amistad. Por algo será. Ambos seguiremos en la brecha. Las fuerzas se sacan también de eso.
    Un abrazo.

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  2. Si será talentoso el pavo este que para mi es un MAESTRO y un ejemplo de todo lo que me hubiese gustado llegar a ser, tanto en lo profesional como en lo personal.
    Estoy totalmente de acuerdo y ya lo he comentado en otras ocasiones: a día de hoy es el mejor dibujante humorístico de Canarias.
    Además es un pipiolo al que aún no le han salido canas, así que aún le quedan por hacer cosas muy pero que muy grandes que estoy deseando ver y a punto están de llegar.

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  3. Dí que sí, Alberto, Don Edu se merece un comentario como este y muchos más. Yo estoy seguro que igual que a los malos los terminan pillando siempre al final de la peli, a los buenos les tiene que llegar su momento también y esperemos que no haya que llegar al final de la película para verlo. A Edu ya le toca, por buena persona y por ser un gran dibujante, un mayor artista y un genial humorista gráfico... ¡Y encima está bien dotado!

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  4. Eso, encima eso. Para concluir este panegírico sepan ustedes, mujeres mayores de 18 años en edad de merecer y gente del Club del Pepino, que además se parece a Johnny Depp. ¡Ojalá se lo lleven de una vez a Francia a dibujar machangos para que deje el campo libre al resto de pintamonas, cagoentodo!

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  5. Ike, Patricio y anónimo... gracias por secundar la moción

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  6. Muy buen dibujante y todo lo que tú quieras, pero no le gusta el appletiser.
    Malo,malo

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  7. Juanan, es que si no tuviera algún vicio, no me fiaría de él je,je

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